Las nuevas leyes de Adquisiciones y Obras Públicas impulsadas por el gobierno federal buscan transformar de fondo la manera en que el Estado contrata bienes y servicios.
Las nuevas leyes de Adquisiciones y Obras Públicas impulsadas por el gobierno federal buscan transformar de fondo la manera en que el Estado contrata bienes y servicios. Así lo afirmó Raquel Buenrostro, titular de la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno, al presentar los principales ejes de las reformas que, dijo, apuestan por la transparencia, la eficiencia y el fortalecimiento del mercado interno.
En ese sentido, explicó: “No porque sea la única fuente tenemos que comprar al precio que se ofrezca. Tratamos de platicar con ellos y hacer algunos tipos de negociaciones estratégicas para ver cómo mejoramos las condiciones”.
Otro de los pilares de la reforma en adquisiciones es la inclusión de diálogos estratégicos con proveedores, especialmente en casos donde el gobierno requiere bienes o servicios que aún no existen en el mercado. Esta figura también se traslada a la ley de obras, con el fin de que los proyectos puedan ser explicados con mayor claridad desde su origen, reduciendo tiempos administrativos y permitiendo propuestas más precisas.
Además, Buenrostro resaltó que las compras consolidadas y los acuerdos macro se fortalecen para aprovechar economías de escala. “Buscamos las mejores condiciones para el Estado también con este tipo de diálogos, sobre todo cuando hay productos innovadores”, añadió.
“Como dijo la presidenta, el diálogo, la apertura hace que sea mucho más eficiente a la hora de hacer los procesos, pero además el que estén en la ley los hace más transparente y que sea abierto y que no se piense que hay reuniones, digamos, en lo obscurito porque tenemos la obligación de cuidar el dinero, que es dinero del pueblo y entonces para nosotros cada peso vale”, dijo la titular de la secretaría durante la conferencia de prensa matutina del Ejecutivo federal de este jueves 10 abril.
Contenido nacional y apoyo a Mipymes
Un cambio anunciado será el aumento del porcentaje de contenido nacional requerido en las compras del gobierno, que pasa del 50% al 65%. Según Buenrostro Sánchez, esto busca fomentar las cadenas de valor y la producción nacional. A esto se suma la incorporación explícita de la economía social en la ley, con facilidades específicas para cooperativas, Mipymes y pequeñas empresas.
“Consideramos que las pequeñas empresas no tienen la capacidad a veces económica, el flujo de capital, y entonces se le dan facilidades para recibir anticipos, pronto pago, cómo hacer licitaciones, también con procesos más ágiles y simples, porque no tienen la misma estructura de las grandes empresas y también darles un acompañamiento de principio a fin. Esto permite también fortalecer el mercado interno y también da fortalecimiento a la cadena de producción, que se van necesitando pequeños productos para los grandes productos de las grandes empresas”, subrayó.
Sobre el sistema Compranet, la funcionaria aclaró que no desaparece, sino que evoluciona. “En realidad, lo cambiaron en 2023, pero la ley no se había actualizado. Hoy fue el momento de homologarla”, explicó. Ahora se trabaja con un sistema tecnológico propio, modular, más barato y adaptable.
Una de las novedades anunciadas será la incorporación de una tienda digital, que permitirá a los administradores públicos adquirir productos comunes de forma más rápida y sin burocracia.
Según la funcionaria federal, la nueva legislación también incluye medidas para evitar casos de corrupción como el de la Estafa Maestra. Buenrostro recordó que, si bien ya existía un oficio circular desde 2017 para limitar adjudicaciones entre dependencias, “un oficio no es suficiente”, por lo que ahora estas restricciones quedan establecidas en la ley.
Asimismo, se incorporan investigaciones de mercado en el caso de obras, y se fortalece la figura del supervisor de obra, quien será responsable solidario y deberá garantizar la calidad y seguridad de las construcciones.
En materia de obras públicas, los cambios permitirán reducir los tiempos de contratación en casi una tercera parte. “Ahora tenemos obras que se pueden hacer en menor tiempo, con más integridad y verificación”, afirmó.
Nota tomada de: El Economista