¿Por qué el ejército de Siria colapsó tan rápido ante el avance de los rebeldes que derrocaron a Al Assad?

Pie de foto, Pese a ser considerado como uno de los más poderosos entre los países árabes, el ejército sirio no pudo resistir el avance de los rebeldes. Hasta los observadores del conflicto en Siria se vieron sorprendidos. En apenas un par de semanas el conflicto de 13 años en el país pasó de estar en punto muerto a tener un repentino desenlace con la caída del gobierno de Bashar al-Assad. Hace solo una semana al-Assad había amenazado con «aplastar a los terroristas». Pero la oposición armada, liderada por Hayat Tahrir al Sham (HTS, Organización para la Liberación del Levante), lanzó desde su bastión en Idlib, en el noroeste del país, una rápida campaña definitiva que terminó por derrocar a las fuerzas gubernamentales. Estos acontecimientos han suscitado muchas preguntas, especialmente aquellas relacionadas con las razones del colapso del ejército sirio, el cual se ha producido con una velocidad asombrosa. ¿Qué factores contribuyeron al desmoronamiento de las fuerzas armadas sirias y a su retiro de una batalla tras otra? BBC presenta algunas explicaciones. Pie de foto, Los bajos salarios es una de las razones por las cuales los militares sirios huyeron antes de enfrentar a los insurgentes, según expertos consultados por la BBC. Fuerte, pero no tanto Siria ocupa el sexto lugar en el mundo árabe y 60 a nivel internacional en términos de fuerza militar, según el Índice Global de Potencia de Fuego de 2024, que evalúa a 145 países. El reporte tiene en cuenta una serie de factores, entre ellos el número de efectivos de las fuerzas armadas, su equipamiento y factores logísticos. El ejército sirio está formado por un gran número de soldados apoyados por fuerzas paramilitares y milicias, y en su arsenal hay una mezcla de equipo soviético en ruinas y otro más moderno procedente de aliados como Rusia. El ejército tiene más de 1.500 tanques y 3.000 vehículos blindados, así como artillería y sistemas de misiles, según el Índice Global de Potencia de Fuego. En términos de poder aéreo, Siria tiene cazas, helicópteros y aviones de entrenamiento, y cuenta con una modesta flota naval, así como varios aeropuertos y puertos vitales como Latakia y Tartus. La posición del ejército sirio puede parecer buena en teoría, pero hay muchos factores que la han debilitado. Perdió una gran proporción de su personal, estimado en 300.000 soldados, en los primeros años de la guerra. Algunas estimaciones sostienen que el ejército perdió la mitad de sus uniformados, ya sea debido a los combates o porque algunos huyeron o se unieron a grupos de la oposición. La fuerza aérea también sufrió grandes pérdidas debido a la guerra civil y los ataques aéreos estadounidenses. Pie de foto, Los más de 13 años de guerra civil dejaron a la aviación siria en un estado ruinoso. El salario de la tropa «no alcanza para tres días» A pesar de las importantes reservas de petróleo y gas de Siria, su capacidad para explotarlas se ha visto gravemente limitada por la guerra. Las condiciones económicas también se han deteriorado aún más, especialmente en las zonas controladas por el gobierno de Al Assad, debido a la «Ley César» que aprobó en diciembre de 2019 el Congreso estadounidense y entró en vigor en junio de 2020. El texto impuso sanciones económicas a cualquier agencia gubernamental o individuo que trate con el gobierno sirio. Numerosos informes han indicado que los salarios de los soldados del ejército de Al Assad son bajos y que equivalen a unos US$ 15 a 17 dólares, lo que es una cantidad muy pequeña que «no alcanza ni para tres días», según un ciudadano sirio. Fawaz Gerges, profesor de relaciones internacionales en la Universidad de Londres, aseguró que la situación en Siria ha cambiado drásticamente en los últimos tres años, y que una de las razones de esto son «las sanciones estadounidenses que han empobrecido al pueblo sirio y a los oficiales del ejército». «Según algunos informes, los soldados no reciben suficiente comida, lo que significa que se encuentran en un estado psicológico difícil y están al borde de la inanición», apuntó. El miércoles pasado, Assad decretó un aumento salarial de un 50% para los soldados, informó la agencia de noticias estatal siria, una medida que aparentemente tenía como objetivo levantar la moral en medio del avance de las fuerzas de la oposición. Sin embargo, la decisión parece haber llegado demasiado tarde. Pie de foto, Con el estallido de la invasión a Ucrania, Rusia retiró buena parte del equipo y personal que tenía en Siria para apoyar al régimen de Al Assad. Abandonado por los aliados Las noticias que daban cuenta de la deserción de los soldados y oficiales, lo cual facilitó el rápido avance rebelde desde Alepo hasta Damasco, pasando por Hama y Homs, sorprendieron a más de uno. La corresponsal de la BBC en Damasco, Barbara Belt Usher, informó que algunos efectivos en Damasco abandonaron sus vehículos, armamento y hasta sus uniformes y se vistieron con ropa civil. «El colapso del ejército sirio se debe casi en su totalidad a las políticas y prácticas implementadas por Al Assad desde que obtuvo una relativa superioridad sobre la oposición en 2016, lo que ha socavado los pilares fundamentales que lo mantenían en el poder», afirmó Yezid Sayigh, del Centro Carnegie para Oriente Medio en Beirut. «Estas políticas han afectado al ejército, donde decenas de miles de miembros han sido despedidos, junto con el terrible deterioro de los niveles de vida, la corrupción galopante y la escasez de alimentos incluso dentro de las propias fuerzas armadas, que han alejado a la comunidad alauita que domina los rangos superiores del estamento militar», agregó el investigador. «La moral del ejército también se ha visto gravemente reducida por la pérdida de la ayuda militar directa de Irán, de Hezbolá y de Rusia, que ya no pueden intervenir adecuadamente o incluso intervenir de alguna manera», prosiguió. Sayinh remató que «sin la esperanza de ayuda externa urgente, el ejército perdió la voluntad de luchar». Pie de foto, Irán, que otro…

Leer más

Miles de libaneses regresan a casa, tras entrada en vigor del alto el fuego; ejército israelí restringirá movimientos en la noche

Documentos de al-Qard al-Hassan, institución financiera de Hezbolá, regados en el sitio de un ataque israelí en un suburbio de Beirut, en Líbano. FOTO: HASSAN AMMAR. AP Ejército libanés pidió a la población “esperar” a que las tropas israelíes se retiraran “antes de regresar a las aldeas y pueblos en la línea del frente” Miles de libaneses desplazados por los enfrentamientos entre Hezbolá e Israel emprendieron el miércoles el regreso a sus casas, gracias a un alto el fuego instaurado tras dos meses de guerra abierta. La tregua, en vigor desde las 04:00, interrumpe un conflicto que ha dejado miles de muertos y 900 mil desplazados en Líbano, además de decenas de miles de evacuados en el norte de Israel. El ejército libanés anunció el miércoles que había “comenzado a fortalecer su presencia” en el sur, bastión de Hezbolá, en el sector sur del rió Litani, a unos 30 km de la frontera israelí. Un periodista de AFP vio tropas y vehículos del ejército en dos regiones del sur del Líbano. Por su parte el diputado de Hezbolá, Hassan Fadlallah, dijo que su movimiento cooperará con el Estado libanés para reforzar el despliegue del ejército en el sur, asegurando no tener “armas visibles” ni “bases” en el sector. Y la ONU aseguró que está adaptando sus operaciones a la “nueva situación”. Sin esperar a que los militares dieran luz verde, miles de habitantes del sur de Líbano, de la periferia sur de Beirut y del valle de Becá, en el este, todos ellos bastiones de Hezbolá, emprendieron el camino de vuelta a casa, observaron periodistas de AFP. Pocas horas después de la entrada en vigor de la tregua, el ejército israelí anunció que restringirá de los movimientos de población en el sur del Líbano durante la noche. En los suburbios del sur de la capital, bombardeados hasta la madrugada del miércoles, militantes de Hezbolá circulaban en moto ondeando las banderas amarillas del partido y gritando eslóganes ensalzando a Hassan Nasralá, su emblemático líder muerto en septiembre en un ataque israelí. “Regresamos a este barrio heroico” que ha “vencido, estamos orgullosos”, afirmó Nizam Hamadé, un ingeniero que ha acudido a inspeccionar su casa. La carretera que conduce al sur de Líbano quedó atascada por vehículos y camionetas sobrecargadas, cuyos conductores cantaban y hacían sonar los cláxones. El ejército libanés había pedido a la población “esperar” a que las tropas israelíes se retirasen “antes de regresar a las aldeas y pueblos en la línea del frente”. Las hostilidades empezaron el día después del ataque de Hamás que desencadenó la guerra en Gaza el 7 de octubre de 2023, cuando Hezbolá abrió un frente contra Israel en apoyo de su aliado palestino. Guerra entre Israel y Líbano; acuerdan tregua Después de casi un año de disparos transfronterizos, Israel lanzó el 23 de septiembre una campaña de bombardeos masivos contra Hezbolá y desplegó una semana después tropas terrestres en el sur de Líbano. Según las autoridades libanesas, al menos 3 mil 823 personas murieron en el país por este conflicto, la mayoría de ellas desde septiembre. Del lado israelí, 82 militares y 47 civiles fallecieron en 13 meses, según las autoridades del país. El acuerdo fraguado durante semanas por Estados Unidos y Francia significa un “nuevo comienzo” para Líbano, celebró el martes el presidente del país norteamericano, Joe Biden. El primer ministro libanés dijo esperar que este acuerdo abra “una nueva página” en la historia del país, y que de paso se elija a un presidente de la República, cargo vacante desde hace más de dos años. El plan pactado prevé una retirada progresiva durante 60 días de los combatientes de Hezbolá y las tropas israelíes del sur de Líbano, en la frontera con Israel, para permitir el despliegue del ejército libanés, explicó el enviado estadounidense Amos Hochstein. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que la duración de la tregua dependerá “de lo que suceda en Líbano”. Irán, principal apoyo militar y financiero de Hezbolá y Hamas y archienemigo de Israel, celebró el “fin de la agresión”. Un alto cargo de Hamas también describió el acuerdo como “un importante éxito” y dijo a AFP que el movimiento palestino “está dispuesto a un acuerdo de alto el fuego y a un acuerdo serio para intercambiar prisioneros”. Por su parte Rusia se felicitó de un acuerdo “positivo” y dijo esperar que funcione “realmente”, indicó la portavoz del ministerio de Exteriores. La guerra estalló tras el ataque sin precedentes lanzado por Hamas contra Israel que mató a mil 207 personas, en su mayoría civiles, según un recuento de la AFP basado en datos oficiales, incluidos los rehenes muertos o en cautiverio. La ofensiva israelí lanzada en represalia en Gaza ha dejado al menos 44 mil 282 muertos, la mayoría civiles, según datos del Ministerio de Salud del territorio, considerados fiables por la ONU. Nota tomada de: El Universal

Leer más

“No hay ningún lugar seguro. ¿A dónde debemos ir?”: el terror de los miles de libaneses que huyen tras el mortífero bombardeo de Israel

Pie de foto, Un miembro de la defensa civil libanesa consuela a una mujer que llegó a Beirut después de huir del sur. A lo largo de todo el sur de Líbano, miles de familias tuvieron que juntar sus pertenencias y dirigirse al norte del país en automóviles, camiones y motocicletas, mientras Israel atacaba objetivos que, según informó, estaban vinculados al grupo armado chiita libanés Hezbolá. Algunos residentes contaron que recibieron mensajes de texto y grabaciones de voz del ejército israelí con advertencias para que abandonaran las zonas cercanas a los lugares donde se concentra la milicia respaldada por Irán. Zahra Sawli, una estudiante de la ciudad sureña de Nabatieh, dijo al programa Newshour de la BBC que el bombardeo de Israel en sur de Líbano fue intenso. «Me desperté a las 6 de la mañana con el sonido de las explosiones. A mediodía se intensificó, vi muchos bombardeos en mi zona. Escuché muchos cristales rotos.» «¿A dónde se supone que debemos ir? Mucha gente sigue atrapada en las calles. Muchos de mis amigos siguen atrapados en el tráfico porque mucha gente está intentando huir», explica. Pie de foto, «¿Qué quieres que digamos? Simplemente tuvimos que huir», le dijo este hombre a la BBC. A mediodía del lunes, las carreteras hacia el norte en dirección a Beirut estaban congestionadas, con vehículos que se dirigían hacia la capital por ambos lados de una autopista costera de seis carriles. Otras imágenes mostraban a personas caminando por la playa en la ciudad sureña de Tiro a la vez que se veía humo elevándose al cielo por todos los ataques aéreos en el interior del país. La BBC habló con una familia de cinco personas que llegó a Beirut en una sola motocicleta. Venían de un pueblo del sur y se dirigían al Trípoli, en el norte. Estaban exhaustos. «¿Qué quieres que te digamos? Tuvimos que huir», relató el padre. Para el martes en la mañana, el Ministerio de Salud libanés informó de que 558 personas habían muerto y más de 1.800 habían resultado heridas en los bombardeos. Añadió que entre los muertos había al menos 50 niños. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) afirmaron haber llevado a cabo 1.100 ataques en las últimas 24 horas. Esto incluyó un ataque aéreo en el sur de Beirut que, según las FDI, tenía como objetivo a un alto comandante de Hezbolá. También en Beirut reinaba la inquietud: a medida que la gente del sur llegaba a la capital en coches con maletas atadas en el techo, algunos de los habitantes de la ciudad se marchaban. Israel ha advertido a la población que evacúe las zonas donde, según dice, Hezbolá almacena armas, pero también envió advertencias grabadas a la población de los distritos de Beirut que no se consideran bastiones de Hezbolá, incluida Hamra, una zona donde se encuentran ministerios gubernamentales, bancos y universidades. Los padres se apresuraron a recoger a sus hijos de la escuela después de recibir más advertencias para que abandonaran el área. “Están llamando a todo el mundo y amenazando a la gente por teléfono. Así que por eso estoy aquí, por eso vine a sacar a mi hijo del colegio. La situación no es tranquilizadora”, contó a la agencia de noticias Reuters Issa, un padre que estaba en ese momento sacando a su hijo de la escuela. Pie de foto, La gente lleva sus pertenencias mientras abandona la ciudad costera de Tiro, una de las ciudades del sur del Líbano afectadas el lunes. Mohammed, un hombre palestino que viajaba con su esposa, habló con la BBC al salir de Beirut. Cuando se le preguntó si se quedaría en la capital, respondió: «En el Líbano no hay ningún lugar seguro. Israel dice que va a bombardear todo. Ahora amenazan este barrio, así que ¿a dónde debemos ir?». «Da miedo, no sé qué hacer: trabajar, volver a casa, no tengo idea de qué hacer». Mientras un equipo de la BBC se instalaba a un lado de la carretera, un taxista gritó preguntando si sabían quese estaba desatando una crisis de combustible. “Demasiada gente está viniendo a Beirut”, dijo. Tanto en Beirut y Trípoli, como en el este del Líbano, por orden del gobierno las escuelas se han convertido en refugios para los oleadas de evacuados que llegan desde el sur. El lunes, la BBC estuvo en un aula de una escuela pública en Bir Hasan, al oeste de Beirut, que estaba siendo preparada para recibir a gente procedente del valle de Bekaa, un bastión de Hezbolá en el noreste del Líbano que, según Israel, también era objeto de ataques. Las aulas estaban repletas de colchones, pero se esperaba que, a final del día, estuvieran ya completamente ocupadas, relataron los trabajadores. Se han producido largas colas en las gasolineras de Beirut. Mientras tanto, los hospitales del Líbano también recibieron el lunes la orden de cancelar todas las cirugías que no sean prioritarias, mientras los médicos se preparaban para una ola de víctimas. A pesar de la atmósfera tensa e incierta que reinaba en Beirut, algunas personas se mostraron desafiantes. «Si se produce una guerra total, el pueblo libanés debería permanecer unido, independientemente de nuestras afiliaciones políticas, porque al fin y al cabo, nuestro país está siendo bombardeado», dijo un hombre a la BBC. Otros simplemente se resignaron a la violencia. «Si quieren la guerra, ¿qué podemos hacer? Nos la han impuesto. No podemos hacer nada», dijo a Reuters Mohammed Sibai , dueño de una tienda. Mohammed, de 57 años y residente en Dahieyh, un suburbio del sur de Beirut (la principal base de poder de Hezbolá en la capital), dijo a la BBC que había «sobrevivido a todas las guerras desde 1975», así que «para mí es normal». “No me iré, estaré en mi casa”, afirmó. Nota tomada de: BBC

Leer más

Un bombardeo de Israel en el sur de Líbano deja al menos 274 muertos y más de 1.000 heridos

Pie de foto, El ataque de este lunes ha sido el más mortífero en al menos un año en el sur de Líbano. Un bombardeo masivo de las fuerzas de Israel en el sur de Líbano dejó al menos 274 muertos y 1.024 heridos, informó el Ministerio de Salud libanés este lunes. Entre los muertos había al menos 21 niños, según las autoridades sanitarias. Se trata del mayor ataque en al menos un año de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en el sur del territorio libanés, donde opera el grupo armado chiita Hezbolá. «Los ataques del enemigo israelí contra ciudades y pueblos del sur desde esta mañana han dejado cientos de víctimas fatales entre los que se encuentran niños y mujeres», señaló en un comunicado el Ministerio de Salud. El bombardeo de este lunes es el último de una escalada de las operaciones contra el grupo que considera a Israel su enemigo. El primero fue la explosión de dispositivos de comunicación como beepers y radios la semana anterior, que Israel aún no ha reconocido oficialmente. Luego comenzaron los bombardeos que incluyeron Beirut, la capital del país. El primer ministro de Líbano, Najib Mikati, señaló que las acciones de Israel equivalen a «una guerra de exterminio». Hezbolá, por su parte, respondió el fin de semana con el lanzamiento de cerca de 160 misiles que alcanzaron zonas urbanas de Israel. El primer ministro libanés dijo que los ataques israelíes contra su país son parte de «una guerra de exterminio en todos los sentidos de la palabra» que tienen como objetivo «eliminar pueblos y ciudades libaneses». En tanto, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió de que se avecinan «días complicados» para el país. Sus declaraciones se produjeron tras una reunión en el cuartel militar de Kirya, en Tel Aviv, en la que subrayó que Israel no espera a las amenazas, sino que se «adelanta» a ellas, en referencia a los recientes ataques de su país contra el sur de Líbano. «Prometí que cambiaríamos el equilibrio de seguridad, el equilibrio de poder en el norte. Eso es exactamente lo que estamos haciendo», afirmó. Pie de foto, Israel bombardeó el sur de Líbano durante gran parte del fin de semana. El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, indicó que los ataques continuarán «hasta que logremos nuestros objetivos: devolver a los residentes del norte de Israel sanos y salvos a sus hogares«. Se estima que unas 60.000 personas en el norte de Israel han dejado sus hogares desde el recrudecimiento de la violencia transfronteriza el año pasado. La región se ha visto inmersa en una escalada de tensiones desde la incursión del grupo armado palestino Hamás en territorio israelí el 7 de octubre de 2023, que dejó cerca de 1.200 muertos y 250 rehenes. La respuesta militar de Israel en la Franja de Gaza, donde opera Hamás, ya deja cerca de 40.000 muertos, muchos de ellos mujeres y menores de edad, según datos del Ministerio de Sanidad gazatí. Sin embargo, en las últimas semanas, la estrategia de Israel se ha enfocado hacia el sur de Líbano, ubicado en la frontera norte del país. Pie de foto, Cientos de personas intentaban huir del sur de Líbano luego de los bombardeos. «Grave preocupación» A medida que los ataques entre Israel y Líbano han escalado, actores internacionales han hecho un llamamiento urgente a que ambas partes cesen en las hostilidades. La Fuerza Provisional de Naciones Unidas en el Líbano (Finul), que es una fuerza de paz de la ONU, ha expresado su «grave preocupación» por la seguridad de los civiles en el sur de Líbano. El jefe de la misión, el general Aroldo Lázaro, se ha puesto en contacto con las partes libanesa e israelí, insistiendo en la urgente necesidad de reducir la tensión. «Cualquier nueva escalada de esta peligrosa situación podría tener consecuencias devastadoras y de largo alcance», advirtió. La Finul advierte que los ataques contra civiles -de ambas partes- violan el derecho internacional y podrían constituir crímenes de guerra. Algunos habitantes de la región sur de Líbano huyen de la zona hacia un lugar más seguro. Una familia de cuatro personas que llegó en una moto a Beirut, la capital, dijeron que son de un pueblo del sur y que buscaban llegar a Trípoli, en el norte del país. «¿Qué quiere que le digamos? Acabamos de huir», dijo con angustia el padre de la familia. Pie de foto, «Mucha gente está huyendo a Beirut», dijo el padre de una familia. En el norte de Israel también ha crecido el miedo entre la población. David Yitzhak, un residente de Givat Avni, cuenta que estaba hablando por teléfono fuera de su casa poco antes de las 13:00 hora local (10:00 GMT) cuando sonó la sirena. Reunió a su esposa y a su hija de 6 años y las llevó arriba, a la habitación segura dentro de su casa. Segundos después, una explosión sacudió la vivienda cuando un cohete atravesó el tejado, haciendo volar la mampostería y destrozando el cuarto de baño. «De la vida a la muerte hay un metro», dijo Yitzhak. Aunque no siente animadversión hacia el pueblo libanés, considera que Hezbolá empezó la guerra sin motivo. «Así que ahora estamos respondiendo. Y todo irá bien». Pie de foto, Yitzhak mostró la destrucción en su casa causada por un misil lanzado desde Líbano. Otra gran escalada de Israel amenaza la seguridad de la región Análisis de Jeremy Bowen, editor de Internacional de la BBC en Jerusalén Se está convirtiendo en el día más sangriento en Líbano desde que Hezbolá atacó Israel en apoyo de Hamás el 8 de octubre del año pasado. Israel ha lanzado una serie masiva de ataques aéreos este lunes por la mañana, con casi 300 muertos, según el gobierno libanés, y los israelíes advirtiendo de que se producirán más ataques. La guerra se está intensificando rápidamente, un proceso que está siendo impulsado por la escala de la ofensiva aérea de Israel. Están advirtiendo a los civiles que abandonen las…

Leer más

Israel lanza un ataque aéreo en Beirut, la capital de Líbano, tras a una serie de bombardeos de Hezbolá en territorio israelí

Pie de foto, Nube de humo en un suburbio al sur de Beirut, Líbano, el 20 de septiembre de 2024. Israel llevó a cabo este viernes un ataque aéreo en la capital de Líbano, Beirut, después de que Hezbolá lanzara un centenar de cohetes hacia territorio israelí. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) definieron el ataque como «selectivo», sin brindar más detalles. Los reportes iniciales muestran que la ofensiva dejó edificios y automóviles parcialmente destruidos en Dahieh, un suburbio densamente poblado en el sur de Beirut y conocido por ser un bastión de Hezbolá. El ataque dejó al menos tres personas muertas y otras 17 heridas, según un reporte inicial del Ministerio de Salud libanés. La ofensiva fue lanzada poco después de que se confirmara que Hezbolá había disparado alrededor de 140 cohetes hacia el norte de Israel. Según las FDI, las defensas aéreas interceptaron «algunos» de los cohetes que fueron disparados contra las zonas ocupadas de los Altos del Golán, Safed y la Alta Galilea. En las últimas 24 horas el fuego cruzado ha incluido bombardeos aéreos y cohetes lanzados desde ambos lados de la frontera. Durante la noche de este jueves, Israel llevó a cabo una serie de ataques aéreos en el sur de Líbano en los que asegura haber impactado más de 100 lanzacohetes de Hezbolá y otros «sitios terroristas», incluido un depósito de armas. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) sostuvieron que los lanzacohetes estaban listos y en posición de disparo hacia Israel. Según informó la Agencia Nacional de Noticias libanesa, Israel llevó a cabo al menos 52 ataques en el sur del país el jueves por la noche, mientras que Hezbolá atacó instalaciones militares en el norte de Israel. Los ataques aéreos israelíes, que duraron más de dos horas, fueron unos de los más intensos del reciente conflicto. Pie de foto, Los ataques israelíes en el sur de Líbano fueron unos de los más intensos desde que comenzó el conflicto. Horas previas al ataque, el líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, aseguró que las explosiones mortales de dispositivos que ocurrieron a principios de semana «cruzaron todas las líneas rojas«, y acusó a Israel de lo que, en su opinión, representaba una declaración de guerra. Israel no ha confirmado su participación en los atentados del martes y el miércoles -en los que explotaron simultáneamente beepers y walkie-talkies en todo el país-, y en los que, según las autoridades libanesas, murieron 37 personas y más de 3.000 resultaron heridas. El ministro de Defensa, Yoav Gallant, afirmó que Israel está emprendiendo una «nueva fase de la guerra«, concentrando más sus esfuerzos en el norte del país y su frontera con Líbano. Muertos y desplazados en la frontera Las FDI también instaron a los residentes del norte de Israel próximos a la frontera libanesa a evitar grandes concentraciones, custodiar sus barrios y permanecer cerca de los refugios antibombas. El jueves por la mañana, combatientes de Hezbolá en el sur de Líbano dispararon dos misiles antitanque a través de la frontera, seguidos de drones. Según las FDI, en el ataque murieron dos soldados israelíes y un tercero resultó gravemente herido. Pie de foto, Un avión de combate israelí a punto de despegar para atacar objetivos de Hezbolá en el sur de Líbano Los combates transfronterizos se intensificaron el 8 de octubre de 2023 -el día después del ataque sin precedentes contra Israel perpetrado por Hamás desde Gaza. Desde entonces, cientos de personas, en su mayoría combatientes de Hezbolá, han muerto en los combates transfronterizos, y decenas de miles han sido desplazadas a ambos lados de la frontera. Hezbolá ha afirmado que actúa en apoyo del grupo armado palestino Hamás. Ambos están respaldados por Irán y proscritos como organizaciones terroristas por Israel, Reino Unido y otros países. «Crimen de guerra» En su discurso televisado del jueves, Hassan Nasrallah se refirió a los ataques del martes y el miércoles: «El enemigo cruzó todas las reglas, leyes y líneas rojas. No le importó nada en absoluto, ni moralmente, ni humanamente, ni legalmente». «Esto es una masacre, una gran agresión contra Líbano, su pueblo, su resistencia, su soberanía y su seguridad. Se le puede llamar crimen de guerra o declaración de guerra. Cualquiera que sea el nombre que se le dé, es merecido y se ajusta a la descripción. Esta era la intención del enemigo», añadió. Pie de foto, Muchos en Líbano se reunieron para escuchar el discurso del líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, en el que aseguró que Israel había cruzado todas las «líneas rojas». Mientras Nasrallah hablaba, aviones de guerra israelíes provocaron estruendos sobre Beirut, que atemorizaron a una población ya exhausta, y otros afectaron objetivos en el sur de Líbano. El líder de Hezbolá reconoció que se trataba de un golpe masivo y sin precedentes para su grupo, pero insistió en que su capacidad de mando y comunicación permanecía intacta. El tono de Nasrallah fue desafiante y prometió un duro castigo. Pero, una vez más, indicó que Hezbolá no estaba interesado en una escalada de su actual conflicto con Israel. Dijo que los ataques transfronterizos del grupo iban a continuar a menos que se produjera un alto el fuego en Gaza, y que ninguna matanza o asesinato devolvería a los residentes del norte de Israel a sus hogares. «Oportunidades y riesgos» para Israel Las FDI afirmaron el jueves que su jefe de Estado Mayor, el teniente general Herzi Halevi, había «completado recientemente la aprobación de los planes para la zona norte». Gallant declaró más tarde que «en la nueva fase de la guerra hay importantes oportunidades, pero también importantes riesgos». «Hezbolá se siente perseguida y la secuencia de acciones militares continuará», añadió. «Nuestro objetivo es garantizar el regreso seguro de las comunidades del norte de Israel a sus hogares. A medida que pase el tiempo, Hezbolá pagará un precio cada vez mayor«. No está claro cómo pretende Israel lograr este objetivo. Pero los informes de principios de esta semana sugerían que el general al mando del Comando Norte de…

Leer más

«Es una declaración de guerra»: la respuesta del líder de Hezbolá a la ola de explosiones en Líbano mientras Israel lanza una ofensiva contra el país

Pie de foto, Hassan Nasrallah afirmó que Hezbolá seguirá apoyando a los palestinos. El líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, reaccionó este jueves ante la ola de explosiones de dispositivos electrónicos de comunicación usados por ese grupo armado que sacudió Líbano este martes y miércoles, causando decenas de muertos y miles de heridos. Hezbolá, una milicia libanesa aliada de Irán, había responsabilizado a Israel por las detonaciones, pero Nasrallah no había fijado posición pública hasta ahora. «Esto es puro terrorismo. Los llamaremos masacre del martes y masacre del miércoles. Son crímenes de guerra o, al menos, una declaración de guerra«, afirmó el líder de Hezbolá en un discurso televisado este jueves. «Dios es misericordioso y evitó más muertes y heridos. Varios beepers estaban fuera de servicio o apagados. Algunos no estaban asignados y todavía están almacenados», dijo. Afirmó que la operación buscó la detonación de unos 4.000 dispositivos -entre beepers y walkie-talkies-, colocando en peligro la vida de miles de personas, incluyendo civiles inocentes. Al menos 37 personas murieron y unas 2.600 resultaron heridas por la explosión de estos aparatos que fueron adquiridos y distribuidos por Hezbolá entre sus miembros para evitar comunicarse con celulares, considerados como más vulnerables a las acciones israelíes. En referencia a Israel, Nasrallah dijo que «el enemigo» excedió «todos los límites, reglas y líneas rojas». Reconoció que se trataba de un golpe sin precedentes para el grupo, pero afirmó que su capacidad de mando y comunicación sigue intacta. Nasrallah anunció que responderán a lo ocurrido en una forma que Israel «podría o no esperar». «No hablaré del lugar, el momento, la locación, detalles. Ustedes se enterarán cuando ocurra. Este ajuste de cuentas sucederá. Los detalles no los vamos a revelar ahora porque estamos en una etapa muy sensible de la batalla», apuntó. Pie de foto, Milicianos de Hamás participaron este jueves en los funerales de las personas muertas por la explosión de los aparatos electrónicos. Nasrallah resta importancia al impacto de la ola de explosiones Paul Adams, corresponsal de la BBC sobre Diplomacia Hassan Nasrallah mostró la mejor cara posible en lo que sin duda ha sido uno de los momentos más oscuros en la historia de Hezbolá. Afirmó, quizás algo improbable, que las redes de comunicaciones del grupo habían sobrevivido ilesas, y se burló de los informes de esta semana de que el jefe del Comando Norte de Israel, el mayor general Ori Gordin, está presionando para la creación de una zona de amortiguación controlada por Israel en el sur de Líbano. Nasrallah se refirió a Gordin como «tonto». La amenaza de Israel, dijo, se convertiría en la oportunidad de Hezbolá, lo que tendría «consecuencias nefastas» para los israelíes. Ofensiva de Israel en el sur de Líbano Pie de foto, Fuerzas de Israel evacuan a personas heridas en el norte del país por el lanzamiento de cohetes antitanques desde Líbano. El gobierno de Israel no ha comentado sobre las explosiones en Líbano. Sin embargo, numerosos expertos en seguridad coinciden con Hezbolá en señalar a ese país como el probable responsable de lo ocurrido. Mientras Nasrallah pronunciaba su discurso este jueves, aviones de la Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) lanzaban una serie de ataques sobre objetivos de Hezbolá en el sur de Líbano. Las FDI informaron que dos de sus soldados, de 20 y 43 años, «cayeron en combate» este jueves en el norte del país, cerca de la frontera con Líbano, donde este jueves hubo intercambios armados con Hezbolá. Algunas aeronaves israelíes sobrevolaron Beirut a baja altura rompiendo la barrera del sonido y provocando gran estruendo. En un comunicado, las FDI dijeron que están trabajando para «degradar» las «capacidades e infraestructuras terroristas» de Hezbolá. Israel alegó que esta operación es una respuesta a décadas de acciones de Hezbolá. «Durante décadas, Hezbolá ha usado viviendas civiles como armas, ha cavado túneles debajo de ellas y ha utilizado a civiles como escudos humanos, convirtiendo el sur de Líbano en una zona de guerra», se lee en el comunicado. Este jueves, el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, anunció que la acción militar contra Hezbolá «continuará». «En la nueva fase de la guerra hay oportunidades significativas, pero también riesgos significativos. Hezbolá se siente perseguido. La secuencia de nuestras acciones militares continuará», dijo durante una reunión informativa con funcionarios de las FDI. «Nuestro objetivo es garantizar el retorno seguro de las comunidades del norte de Israel a sus hogares. A medida que pase el tiempo, Hezbolá pagará un precio cada vez mayor«, añadió. Nasrallah habló sobre este tema en su discurso y dijo que no permitirá que los residentes del norte de Israel vuelvan a sus casas, a menos que acabe la guerra en Gaza. «Ustedes nos han desafiado y nosotros estamos a la altura de ese desafío. Les digo a Netanyahu y a Gallant: ustedes no lograrán ese objetivo. No podrán hacer que esa gente regrese al norte. La única manera de lograrlo es detener la agresión contra Gaza y Cisjordania», indicó. Pie de foto, Una columna de humo se levanta sobre un pueblo de Líbano cercano a la frontera, donde Israel realizó ataques este jueves. Desde que el grupo armado palestino Hamás lanzó contra Israel el sorpresivo y mortal ataque del pasado 7 de octubre, dando así inicio a la guerra en Gaza, la frontera de Líbano se ha convertido en una suerte de segundo frente, en el que el ejército de Israel ha estado intercambiando fuego con Hezbolá. La milicia libanesa ha estado enviando cohetes y drones contra Israel. Debido a estas acciones, unos 70.000 israelíes que viven en localidades de norte del país, cerca de la frontera con Líbano, llevan meses viviendo fuera de sus residencias, las cuales tuvieron que evacuar. Por su parte, la fuerza aérea israelí ha llevado a cabo frecuentes incursiones contra las posiciones y los miembros del grupo. Se han producido miles de ataques transfronterizos. Hezbolá ha justificado sus acciones como una forma de apoyar a Hamás y en un comunicado publicado el martes reiteró su «apoyo y…

Leer más