El estudiante chino «maquiavélico y encantador» que violó a decenas de mujeres tras drogarlas en Reino Unido y en China

Cuando lo arrestaron en enero de 2024, el violador en serie Zhenhao Zou vivía en el piso 39 de un lujoso edificio de apartamentos en Londres con impresionantes vistas a la ciudad. Zou, un joven chino que estudiaba un doctorado en el University College de Londres (UCL), pagaba más de US$5.000 mensuales en alquiler. La policía encontró cámaras ocultas en su habitación, que utilizaba para filmar sus violaciones, además de un armario lleno de alcohol, éxtasis y un químico industrial que el cuerpo humano convierte en la droga GHB que suele ser utilizada por violadores. También tenía un cuentagotas para medir cuidadosamente las dosis del peligroso líquido. Los detectives encontraron 1.277 videos en sus dispositivos electrónicos. En algunos, filmados por Zou en Reino Unido y en China, se le ve violando a mujeres inconscientes. Gracias a ellos, la policía pudo acusarlo de violar a un gran número de mujeres en ambos países, incluidas jóvenes que nunca comparecieron ni pudieron ser identificadas. En el juicio, que tuvo lugar en un tribunal del centro de Londres, el jurado tuvo que ver imágenes de nueve violaciones encontradas en los dispositivos de Zou. Zou, que ahora tiene 28 años, afirmó que se había acostado con cinco mujeres diferentes por mes. Admitió que había consumido cocaína, ketamina, éxtasis y GHB, la droga que utilizaba para violar a las mujeres tras sus citas. Aseguró que una de sus fantasías era tener sexo con mujeres inconscientes, pero alegó que las mujeres de los videos encontrados en sus dispositivos estaban «actuando», ayudando, dijo, a hacer realidad sus fantasías de violación a cambio de dinero y regalos. Sin embargo, el jurado finalmente concluyó que era un violador en serie que había estado drogando a mujeres jóvenes y filmando sus agresiones. Zou ha sido declarado culpable de haber violado 11 veces a 10 mujeres (dos de las cuales han podido ser identificadas). Los detectives afirman que es posible que haya violado a otras 50 mujeres. «Puede que este hombre resulte ser uno de los depredadores sexuales más prolíficos que hayamos visto en Reino Unido», le dijo a la BBC el comandante Kevin Southworth, de la Policía Metropolitana. «Un individuo maquiavélico» Muchas de las mujeres a las que violó estaban completamente inconscientes. Una de ellas, a la que llamamos L, contó que se despertó y encontró a Zou violándola antes de volver a quedar inconsciente. Otra, a la que llamamos N, no sabía de la existencia de los videos. Descubrió que Zou había filmado cómo la violaba luego de que los detectives encontraron un video en el apartamento del ciudadano chino, ocho meses después de que ella lo denunciara por violación. «Creo que es un individuo astuto y maquiavélico», señaló el comandante Southworth a la BBC. Agregó que Zou conocía a las mujeres en reuniones sociales o a través de las redes sociales y luego las llevaba a su apartamento donde las ofrecía bebidas mezcladas con drogas. «Él cometía esas agresiones sexuales mientras estaban incapacitadas y posiblemente mientras estaban dormidas y completamente inconscientes», prosiguió el comandante. Dentro del apartamento de Zou, la policía encontró una botella de líquido utilizado para drogar a las mujeres, junto con una pipeta para medirlo. Zou, oriundo de la ciudad de Dongguan, en el sur de China, creció en una familia adinerada que poseía varias propiedades en China y podía permitirse pagar las elevadas tasas de matrícula de sus estudios superiores en Reino Unido. Algunas de las mujeres a las que violó lo conocían por su apodo, Pakho. Tenía una guía de violación con «efectos garantizados» A la edad de 20 años se mudó a Irlanda del Norte, Reino Unido, para terminar los dos últimos años de su carrera de ingeniería mecánica en la Queen’s University de Belfast (QUB). En septiembre de 2019, se mudó a Londres para estudiar una maestría en ingeniería mecánica en la University College de Londres, pero regresó a China al año siguiente durante la pandemia de covid-19. En noviembre de 2020, mientras vivía en China, utilizó una aplicación de mensajería poco conocida para descargar una especie de manual de instrucciones sobre cómo drogar y violar a mujeres jóvenes. El manual que la policía encontró en su teléfono decía «efectos garantizados» sobre fotos de mujeres desnudas y dormidas. En su teléfono, la policía también encontró siete vídeos en los que aparecía violando a mujeres en China. En el tribunal se hizo referencia a ellas como mujeres B, C, D, E, F, G y H. Cinco de las mujeres parecían completamente inconscientes en los vídeos. Una de ellas, la mujer G, se despertó brevemente mientras Zou la violaba, y parece haber luchado por mantener la conciencia. En otro video, se podía oír a la mujer H roncando. Otra mujer, D, estaba inconsciente cuando Zou comenzó a violarla, pero volvió en sí y se le escucha rogándole repetidamente a Zou «por favor, no», mientras intentaba defenderse. Los videos son tan perturbadores que la jueza, Rosina Cottage, se aseguró de que el jurado tuviera que ver lo menos posible. Los detectives no han podido localizar a las mujeres que fueron violadas en China. Cuentagotas. «Te odio» Saira Pike, una funcionaria de la fiscalía londinense, subrayó que era importante brindar justicia a las mujeres desconocidas a quienes Zou violó y que no han podido ser identificadas. «Era importante que lucháramos por ellas», afirmó. Dos de los videos más perturbadores muestran a Zou violando a la mujer A en una residencia de estudiantes en Bloomsbury, un barrio acomodado en el centro de Londres. La policía nunca ha podido determinar quién es A y no está claro si fue violada antes o después de que Zou se fuera a China durante la pandemia. Al comienzo del primer video, se ve que la mujer A está inconsciente, pero se despierta y le suplica a Zou que se detenga. «Te odio», se le escucha decir. «No tiene sentido (que resistas)», responde Zou. «Aquí el aislamiento acústico es muy bueno». El segundo vídeo es similar. Ambos fueron filmados con una…

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Sentenciado a 30 años de cárcel un agente de la CIA por agredir sexualmente a decenas de mujeres en México

Brian Jeffrey Raymond, exdiplomático de la CIA sentenciado por agredir sexualmente a decenas de mujeres en México. El oficial estadounidense Brian Jeffrey Raymond drogó, fotografió y agredió sexualmente a por lo menos 28 mujeres mientras trabajaba en la Embajada de Estados Unidos en la capital mexicana “Un depredador sexual”, así ha sido calificado por una jueza estadounidense el exagente de la CIA Brian Jeffrey Raymond, quien hasta el mes de octubre de 2020 era un trabajador de la Embajada de Estados Unidos en Ciudad de México y que este miércoles ha sido sentenciado a 30 años de prisión por agredir sexualmente a por lo menos 28 mujeres en México y probablemente también en su país natal. Raymond, de 48 años de edad, había sido detenido en la capital mexicana en ese 2020 después de que las autoridades locales auxiliaran a una mujer desnuda que pedía auxilio a gritos desde el balcón de la residencia de Raymond. El exagente veterano de la CIA fue detenido, pero debido a su inmunidad diplomática evitó ser procesado en México y un día después regresó a EE UU, donde las autoridades descubrieron entre sus archivos cientos de fotografías y videos donde se le veía abusar de sus víctimas. Brian Jeffrey Raymond era el primer secretario de la Embajada de Estados Unidos en Ciudad de México de 2018 y hasta 2020 y era también un agente de la CIA. Usaba su vivienda oficial, ubicada en Polanco, una de las zonas más adineradas de la ciudad, para drogar, abusar y fotografiar a mujeres que conocía, principalmente, a través de la aplicación de citas de Tinder. En mayo de ese año, el caso de una mujer gritando desde su balcón encendió las alarmas de las autoridades que, una vez en territorio estadounidense, comenzaron una investigación por la que incautaron su teléfono móvil y su computadora, en los que encontraron unos 500 archivos de foto y video. Este miércoles, la jueza federal Colleen Kollar-Kotelly, impuso la sentencia de los 30 años de prisión y dijo: “Es seguro decir que [Raymond] es un depredador sexual (…). Tendrá mucho tiempo para pensar en esto”, según ha reportado la agencia de noticias AP, añadiendo que el acusado ha acudido a la sesión con una barba canosa y un traje color naranja, mientras escuchó su sentencia. Según los fiscales, las agresiones del diplomático datan de 2006, mientras trabajó en países como Perú y México, siguiendo siempre un patrón similar: atraía a mujeres que conocía en Tinder y otras aplicaciones de citas a su apartamento alquilado por el Gobierno y las drogaba mientras les servía vino y bocadillos. Una vez que estaban inconscientes, pasaba horas mirando y posando los cuerpos para después fotografiar a las mujeres desnudas mientras también las agredía. Algunas de las víctimas de Raymond relataron cómo este agente, que trabajó para la CIA durante más de 20 años, convirtió sus vidas en pesadillas. Algunas de ellas aseguraron haberse enterado de lo que les había sucedido después de que el FBI les mostrara fotografías de ellas siendo agredidas y abusadas sexualmente mientras estaban totalmente inconscientes. “Mi cuerpo parecía un cadáver en su cama”, dijo una de las mujeres sobre las fotos. “Ahora tengo pesadillas en las que me veo muerta”. Otra de las víctimas, que han declarado, se refirió a un trauma recurrente que la hacía pasar semáforos en rojo mientras conducía su automóvil. “Espero que las consecuencias de sus acciones lo persigan por el resto de su vida”, dijo otras de las declarantes, mientras el acusado se alejaba del podio en el tribunal. Todas las víctimas han asegurado haber experimentado algún tipo de pérdida de memoria durante el tiempo que estuvieron con él. Agresiones sexuales dentro de la CIA La sentencia de este miércoles contra Brian Jeffrey Raymond se da en medio de una avalancha de casos por “mala conducta sexual” dentro de la agencia estadounidense. Hace solo unos días, AP informó sobre otro oficial veterano de esa corporación que enfrenta cargos en Virginia por supuestamente haber metido la mano debajo de la falda de una compañera de trabajo y besarla a la fuerza durante una fiesta. Otro exempleado enfrentará un juicio en octubre, por haber agredido a una mujer en una escalera de la sede de la agencia en Langley, Virginia. Este último caso ha provocado que decenas de otras mujeres acudieran a las autoridades con relatos de sus propias experiencias de agresión, tocamientos no deseados y también denuncias a la CIA por presuntamente intentar silenciarlas. La CIA ha condenado públicamente los crímenes de Raymond: “No hay absolutamente ninguna excusa para el comportamiento reprensible y atroz del señor Raymond”, aseguraron. “Como demuestra este caso, estamos comprometidos a colaborar con las fuerzas del orden”. Sin embargo, a casi cuatro años del arresto de Raymond e incluso después de que él mismo se haya declarado culpable a fines del año pasado, los fiscales no han revelado la naturaleza exacta de su trabajo y se han negado a revelar una lista completa de los países en los que agredió a las mujeres. La defensa legal del acusado ha pedido clemencia a las autoridades alegando que su trabajo “cuasi militar” en la CIA en los años posteriores al 11 de septiembre “se convirtió en un caldo de cultivo para la insensibilidad emocional y la ‘objetivación de otras personas’ que le permitieron dedicarse durante años a acosar a las mujeres”, cuenta AP. “Mientras trabajaba incansablemente en el Gobierno, ignoró su propia necesidad de ayuda y, con el tiempo, comenzó a aislarse, a distanciarse de los sentimientos humanos y a volverse emocionalmente insensible”, escribió el abogado defensor Howard Katzoff en un expediente judicial. “Fue un empleado del gobierno invaluable, pero eso le pasó factura y lo envió por un camino oscuro”. Nota tomada de: El País

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