Escándalo en los Juegos Olímpicos de París por la retirada de la medalla a una gimnasta cinco días después

Jordan Chiles, durante su participación en los Juegos Olímpicos de París. 
Charlie Riedel

La gimnasta estadounidense Jordan Chiles, junto con su compatriota Simone Biles, había protagonizado uno de los grandes momentos de los Juegos Olímpicos de París. Ambas habían obtenido el bronce y la plata, respectivamente, y se postraron en el podio para recibir a la brasileña Rebeca Andrade, que se había colgado al cuello la medalla de oro en esa modalidad.

Fue un gesto de respeto de las norteamericanas hacia Andrade, con la que rivalizan desde hace años pero con quien mantienen una relación de respeto y amistad. Las tres se hicieron ‘selfies’ en el podio y posaron de la mano ante los fotógrafos. Era el primer oro de Andrade en estos Juegos Olímpicos, tras haber obtenido anteriormente dos platas y un bronce, siempre por detrás de Biles.

Sin embargo, Jordan Chiles también fue noticia después, aunque en esta oportunidad para su desgracia: la gimnasta rumana Ana Barbosu ganó finalmente, cinco días después de la competición, la medalla de bronce en suelo, al haber prosperado el recurso presentado ante el TAS contra la revisión de la nota de la estadounidense.

Barbosu había conseguido la tercera mejor nota en la final de suelo (13,700) y, por lo tanto, la medalla de bronce, por detrás de la brasileña Rebeca Andrade (14,166) y de la estadounidense Simone Biles (14,133).

Pero Jordan Chiles, la otra estadounidense finalista, presentó una reclamación por su nota original de 13,666, que la había situado en quinta posición. Los jueces atendieron su demanda y le dieron un 13,766 que la mejoró dos puestos. Barbosu se quedó sin podio.

El equipo rumano apeló al Tribunal de Arbitraje al considerar que la reclamación de Chiles se presentó fuera del plazo de un minuto que permiten las regulaciones de la federación internacional (FIG); en concreto, al minuto y cuatro segundos.

Barbosu estaba celebrando su medalla de bronce cuando apareció en los marcadores la nueva nota de Chiles. Al verla, a la rumana se le cayó la bandera de las manos y comenzó a llorar.

La legendaria gimnasta Nadia Comaneci se mostró indignada por el incidente ocurrido en la final. «No me puedo creer que juguemos de esta manera con la salud mental y las emociones de las deportistas. Protejámosles», pidió Comaneci, residente desde hace décadas en Estados Unidos, aunque siempre muy pendiente de apoyar a las gimnastas de su país.

Mientras, el Comité Olímpico Internacional (COI) confirmó este domingo la medalla de bronce a Barbosu. Así, el podio de suelo de la gimnasia artística de los Juegos de París lo integran la brasileña Rebeca Andrade, que se colgó el oro; la estadounidense Simone Biles, plata en este ejercicio; y la rumana Ana Barbosu, con la medalla de bronce.  

Pero todavía no se ha cerrado el caso. A última hora del domingo, la Federación Estadounidense de Gimnasia confirmó haber presentado un recurso ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo para que la gimnasta Jordan Chiles conserve la medalla de bronce y que le ha sido devuelta a la rumana Ana Barbosu, tras un dictamen del propio tribunal.

La decisión del TAS ha generado una gran polémica en Estados Unidos. Simone Biles, la gimnasta más laureada del país, y medalla de plata en la prueba, animó a su compañera a «mantener la cabeza alta», al mismo tiempo que insistía en que Chiles «merecía» la medalla de bronce. 

«Es una decisión completamente inaceptable. Estoy destrozada por la injusticia que se ha cometido con Jordan», confesaba por su parte Sunisa Lee, ganadora de tres metales en los Juegos Olímpicos de París. También mostró su enfado Jazmin Chiles, hermana de Jordan: «El racismo existe y está vivo», señaló en sus redes sociales.

Nota tomada de: Heraldo