Cuatro horas bajo el fuego del Cartel Jalisco en 30 municipios de tres Estados: “Vamos a tener fiesta”

Elementos de la Guardia Nacional en una carretera de Michoacán, el 23 de abril de 2025. SSP MICHOACÁN Los hombres de El Mencho incendiaron tráileres y colapsaron carreteras en Michoacán, Jalisco y Guanajuato. Hay dos policías muertos, seis sicarios fallecidos y ningún detenido: “Jamás habíamos visto unos bloqueos con esta escala” El primer coche agarró llamas a eso de las dos de la tarde del miércoles. Era el camión de una empresa de paquetería. “Al principio dijeron que había sido una falla del circuito eléctrico, pero luego fue evidente que estábamos en un proceso de narcobloqueo por los otros vehículos”, narra el consejero del Observatorio de Seguridad Humana de Apatzingán. Como protocolo —porque, en los últimos años, los días en que los carteles toman las calles, incendian carros y asedian pueblos enteros para mandar un mensaje al Estado se han vuelto tan habituales que hubo que desarrollar un protocolo al respecto— no da su nombre. La información comenzó a correr boca a boca, celular a celular, vecino a vecino. “El desmantelamiento del Estado de derecho ha provocado que las personas busquen mecanismos preventivos de seguridad, los grupos de Whatsapp son uno de los más eficaces”. Fue en Apatzingán, pero no solo. El Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) quiso demostrar su fuerza con fuego e incendió las autopistas de una treintena de municipios en tres Estados. La peor parte se la llevaron las carreteras de 26 pueblos de Michoacán, pero la violencia del Mencho se propagó a dos localidades de Guanajuato y otra de Jalisco. Por WhatsApp llegaban notas de voz como esta, con esas letras grises en la parte superior que avisan cuando un mensaje ha sido reenviado muchas veces: “Sale, compañeros, compañeros, todos los que vayan a salir a carretera ahorita, están quemando carros. Quiroga, Zacapu, Apatzingán, Uruapan, Tlazazalca, 10 municipios están quemando carros eh. Carros, camiones, autobuses, todo, todo. No hay autoridad”. O bien: “Dense la vuelta, están agarrándose a balazos, enfrentamiento entre sicarios, la Guardia Nacional, la Sedena”. También: “Están incendiando los camiones”. Y: “Date la vuelta papá, hay una balacera”. El vecino de Apatzingán, el que no quiere dar su nombre, bajó a la verdulería poco antes de que cayera la noche. “El propietario me decía que el que le surtía limón venía aculadísimoporque pensaba que le iban a quitar la camioneta”. Las calles se habían vaciado, la gente se resguardó en casa. “Se ha vivido en varias ocasiones y normalmente es miedo, es replegarse, guardarse, no salir, no transitar, tener mucha precaución, no hablar del tema. El pueblo se vuelve silencioso de un momento a otro. Ayer no nos acercábamos, no tenemos la capacidad ni la voluntad de ser mártires”. Elementos de la Policía Estatal de Guanajuato participan en un operativo durante los bloqueos carreteros. SSP GUANAJUATO Era un terror viejo y conocido, pero la costumbre no lo diluye. “Fue una reminiscencia de tiempos que pensamos que se habían relativamente superado. Hay un retroceso en términos de las condiciones de seguridad que habíamos tratado de ir construyendo durante los últimos años como sociedad. Jamás habíamos visto unos bloqueos con esta escala”. En paralelo a los videos de tráileres ardiendo, las fotografías de carreteras colapsadas y los audios de alerta, otra información comenzaba a circular. Entre personal de seguridad, de las distintas fiscalías, entre reporteros y analistas, se especulaba: qué había llevado a la gente de Nemesio Rubén Oseguera Cervantes, El Mencho, líder del CJNG, a ejecutar semejante ataque. La versión oficial Esa mañana hubo un operativo militar que incluyó un helicóptero artillado abriendo fuego contra “algunos grupos pertrechados en los cerros”, sostiene el consejero del Observatorio de Seguridad Humana de Apatzingán. Se decía que la Marina había incursionado en Ocotlán, en el Jalisco fronterizo con Michoacán, para detener a un capo de alto rango. Se decía, incluso, que lo habían capturado, y que el Mencho desató todo su fuego para que lo liberaran. Lo hablaban reporteros locales, lo comentaban también off the record, como hechos consumados, agentes gubernamentales. Se escuchaba más de una comparación con el Culiacanazo, aquel jueves que el Cartel de Sinaloa incendió Culiacán para que Andrés Manuel López Obrador liberara a Ovidio Guzmán, hijo de El Chapo —y, la primera de las dos veces, lo consiguió. Así se lo dijeron también a EL PAÍS fuentes con conocimiento de la operación. La Secretaría de Seguridad Pública de Michoacán fue escueta, pero, en esa línea, habló de “bloqueos carreteros ocasionados por grupos delincuenciales en respuesta a las labores en materia seguridad”. El Gabinete de Seguridad publicó su informe diario con “acciones relevantes” del día. Había información de decomisos y arrestos en una decena de Estados de la República. De los narcobloqueos en Michoacán, Jalisco y Guanajuato, ni una palabra. Alfredo Ramírez Bedolla, Pablo Lemus y Libia Dennise, gobernadores de Michoacán, Jalisco y Guanajuato, respectivamente, mantenían silencio, como lo mantuvieron hasta el jueves la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, y su zar de seguridad, Omar García Harfuch. Y, en la mañana, la versión oficial difundida por ambos: “Los ataques son resultado de los conflictos entre dos grupos delictivos que disputan los territorios”. Miembros de la Guardia Civil realizan recorridos en los municipios de Álvaro Obregón, Indaparapeo y Charo, en Michoacán. SSP MICHOACÁN Hubo cuatro horas de bloqueos en 30 municipios de tres Estados diferentes. Dos policías murieron en los enfrentamientos contra los sicarios. Decenas de vehículos ardieron como barricadas improvisadas en carreteras federales. Un par de tiendas fueron también incendiadas en Apatzingán. Ninguna persona fue oficialmente detenida a pesar de la envergadura de la agresión —un día después, los militares abatieron a seis miembros del cartel e hirieron a otro. Y la versión oficial de Harfuch y Sheinbaum hablaba, como tantas otras veces antes, de criminales peleando la plaza. Los vecinos de los municipios afectados la recibieron con escepticismo, como poco. “Era frecuente que estos narcobloqueos ocurrieran sobre todo para generar presión a la autoridad siempre que era apresado algún miembro del crimen organizado, pasó con El Chango Méndez [de La Familia Michoacana]…

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Narcobloqueos en Michoacán, Jalisco y Guanajuato fue por conflicto entre dos grupos: Sheinbaum; no hubo detenciones, detalla

Conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum en Palacio Nacional el 24 de abril de 2025. Foto: Gabriel Pano / EL UNIVERSAL La Presidenta señaló que ya se investigan los hechos violentos La presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que los narcobloqueos que se registraron ayer en Michoacán, Jalisco y Guanajuato fue por un conflicto entre dos grupos del crimen organizado, e informó que no hubo detenciones. En conferencia de prensa matutina y a pregunta expresa, la Mandataria federal señaló que ya se están haciendo todas las investigaciones por estos hechos. Indicó que en las próximas horas, Omar García Harfuch, titular de Seguridad (SSPC), emitirá un comunicado con información detallada sobre estos hechos. “No hubo detenciones, fue realmente un conflicto entre dos grupos. Se dio principalmente en Michoacán y ya se están haciendo todas las investigaciones”, dijo en Palacio Nacional. Michoacán, Jalisco y Guanajuato vivieron ayer una jornada de narcobloqueos camiones incendiados en carreteras, la quema de tiendas de conveniencia y temor entre la población. Nota tomada de: El Universal

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