Los Chapitos compran tiempo en las negociaciones para cerrar un acuerdo de culpabilidad

La Fiscalía y los abogados de Joaquín y Ovidio Guzmán dejan claro que la intención de ambas partes es evitar ir a juicio, pero piden una prórroga para afinar los últimos detalles antes de que los hijos del Chapo se declaren culpables El futuro de Los Chapitos sigue en el aire. Las autoridades de Estados Unidos y los abogados de los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán pidieron este martes que el tribunal les diera más tiempo para afinar los últimos detalles en las negociaciones para alcanzar un acuerdo de culpabilidad. Ambas partes dejaron claro en la última audiencia, celebrada en la Corte del Distrito Norte de Illinois, en Chicago, que su prioridad es que los acusados se declaren culpables para evitar ir a juicio. Los fiscales adelantaron que esperan alcanzar un pacto con Ovidio Guzmán, alias El Ratón, a más tardar el próximo 27 de febrero, cuando está programada la próxima vista judicial. La Fiscalía agregó que esperan que las conversaciones sobre el caso de Joaquín Guzmán El Güero se alarguen y su próxima audiencia se agendó hasta el 19 de marzo. La prórroga extiende el misterio sobre la posibilidad de que ambos narcotraficantes inicien conversaciones formales con la justicia estadounidense para convertirse en cooperantes y delatar a otros capos mexicanos a cambio de beneficios en el sistema legal de ese país. Los fiscales dijeron que han seguido trabajando con los representantes legales de la familia Guzmán y confiaron en la posibilidad de alcanzar un acuerdo y concluir el caso sin necesidad de celebrar un juicio. Explicaron, sin embargo, que uno de los asuntos es que Ovidio Guzmán también enfrenta acusaciones por narcotráfico y otros delitos en Nueva York y que ambas partes aún discuten si el acuerdo de culpabilidad que se negocia en Illinois también pondría punto final al caso en Nueva York o no. En el caso específico del Ratón, la cuestión es si la Fiscalía y la defensa pueden ponerse de acuerdo sobre ese punto. Las autoridades esperan tener una respuesta del menor de Los Chapitos, de 34 años, en un plazo de un mes y medio. El Ratón, uno de los rostros más visibles de la facción del Cartel de Sinaloa comandada por los herederos del Chapo, fue detenido en enero de 2023 y extraditado en septiembre de ese año a Estados Unidos. En lo que respecta a Joaquín Guzmán, de 38 años, las autoridades justificaron una prórroga mayor porque las negociaciones son más recientes que las de su hermano. El Güero se entregó el pasado 25 de julio tras aterrizar en un aeropuerto rural cerca de la ciudad fronteriza de El Paso y fue capturado junto a Ismael El Mayo Zambada, viejo socio de su padre. Ambos hermanos, así como Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, se enfrentan a cargos por los delitos de narcotráfico, delincuencia organizada, lavado de dinero y portación ilegal de armas de fuego en Estados Unidos, que fueron anunciados en abril de 2023. La defensa de Los Chapitos ya había adelantado desde el pasado 21 de octubre, tras la última audiencia de Ovidio Guzmán en Chicago, que sus clientes estaban tanteando la posibilidad de declararse culpables. En esta última ocasión había grandes expectativas respecto a un posible reencuentro desde el escándalo con El Mayo, pero al final no estuvieron presentes ambos hermanos, pese a que habían sido citados por la jueza Sharon Johnson Coleman. Su abogado principal, Jeffrey Lichtman, tampoco se presentó por cuestiones de agenda, dijeron a EL PAÍS fuentes judiciales. Uno de los factores que añaden incertidumbre a la situación legal de los hijos del Chapo es la llegada de Donald Trump y los sucesivos cambios en las principales agencias del Gobierno estadounidense. “En 20 días no sabremos qué oficina va a hacer qué cosa”, comentó la jueza Coleman durante la audiencia. En la vista también se alcanzó a escuchar en un par de ocasiones la frase “no entiendo nada” mientras se realizaba el enlace telefónico con Lichtman. Los acusados no participaron de la llamada y serán informados por sus abogados, de acuerdo con esas mismas fuentes. En México, Joaquín Guzmán fue señalado por la Fiscalía General de la República (FGR) como el principal sospechoso del secuestro del Mayo y también es acusado de haberlo entregado a las agencias estadounidenses, bajo el controvertido cargo de “traición a la patria”. La FGR dio a conocer en un comunicado publicado a finales de agosto que también estaba indagando la posible participación de Ovidio Guzmán en el plan. Los abogados de la familia Guzmán negaron en repetidas ocasiones que sus clientes se confabularan para derribar a su antiguo socio. Desde el escándalo alrededor de la caída del Mayo habían circulado versiones sobre la supuesta traición en el seno del Cartel de Sinaloa, uno de los grupos criminales más poderosos del mundo. Las autoridades mexicanas, incluso, adoptaron esa hipótesis como su principal línea de investigación. Tras semanas de tensiones y temores de una venganza, ambas familias protagonizan desde septiembre pasado una guerra intestina por el control de la organización criminal, que ha disparado la violencia en Culiacán, su histórico bastión en el noroeste de México. La próxima semana será el turno de Zambada, que tiene en puerta su siguiente audiencia en Nueva York el próximo 15 de enero ante el juez Brian Cogan, el mismo que condenó al Chapo a cadena perpetua. Ambos casos están lejos de escribir su capítulo final, entre tensiones diplomáticas, a punto de que se cumplan cuatro meses de guerra en Sinaloa y a menos de dos semanas de que Trump regrese a la Casa Blanca, con la promesa de imponer mano dura contra los carteles, el próximo 20 de enero. Nota tomada de: El País

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Ésta es la red de mandos policiacos que protegió al Cártel de Sinaloa bajo el cobijo de Genaro García Luna

Fotografía de archivo que muestra al extitular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de México, Genaro García Luna, en Ciudad de México. EFE/Mario Guzmán El extitular de la Secretaría de Seguridad Pública fue sentenciado a casi cuatro décadas de prisión por sus nexos con el narcotráfico El 16 de octubre, Genaro García Luna se convirtió en el funcionario mexicano de más alto nivel que ha sido procesado, juzgado y sentenciado en Estados Unidos por delitos vinculados al narcotráfico. Los nexos del exsecretario de Seguridad Pública —que tenía bajo su mando a la Policía Federal y la Agencia Federal de Investigación— con el Cártel de Sinaloa lo hicieron acreedor a una condena de más de 38 años de cárcel, derivados de su culpabilidad en cinco cargos criminales: tres por conspiración para transportar, importar y distribuir cocaína, uno por pertenecer a un grupo delincuencial y otro más por brindar falsas declaraciones. Desde el primer día de su juicio, iniciado en enero de 2023, la Fiscalía de Estados Unidos expuso los nombres de otros jefes policiacos que, junto con García Luna, tejieron una red criminal que beneficiaba al grupo fundado por Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán e Ismael ‘El Mayo’ Zambada. Luis Cárdenas Palomino Entre los personajes de mayor relevancia que han sido objeto de señalamientos resalta Luis Cárdenas Palomino, mano derecha de Genaro García Luna al frente de la SSP. En julio de 2020 su nombre apareció en una acusación de la Corte del Distrito Este de Nueva York por presuntamente aceptar sobornos de millones de dólares a cambio de permitir la impune operación del Cártel de Sinaloa en el país. Luis Cárdenas Palomino, excolaborador de García Luna en la SSP. De igual forma, ha sido mencionado en múltiples declaraciones de Sergio Villarreal Barragán, alias ‘El Grande’, y de Édgar Valdez Villarreal, alias ‘La Barbie’, como uno de los participantes en reuniones en las que miembros del Cártel de los Beltrán Leyva entregaron dinero en efectivo por su protección. Actualmente, Cárdenas Palomino se encuentra recluido en el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) No. 1, mejor conocido como el Penal del Altiplano, en Almoloya de Juárez, Estado de México, por el delito de tortura en contra de cuatro presuntos integrantes de la banda de secuestradores identificada como Los Zodiaco. Ramón Pequeño García En esa misma acusación está señalado Ramón Eduardo Pequeño García, quien fue el jefe de la División Antidrogas de la Policía Federal entre 2009 y 2013, durante los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Después de dicha instancia, llegó a la jefatura de la División de Inteligencia, de la cual fue despedido el 15 de julio de 2015 debido a que él era el encargado del monitorear las cámaras de vigilancia en el Penal del Altiplano justo cuando se fugó ‘El Chapo’ Guzmán. Pequeño García fue identificado como presunto miembro de la red de lavado de dinero coordinada por Genaro García Luna. (Foto: Cuartoscuro) La Administración de Control de Drogas de EEUU (DEA) lo identificó como uno de los pilares en la red de corrupción y lavado de dinero encabezada por García Luna y, en 2020, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) ordenó que se bloquearan sus cuentas bancarias. Sin embargo, la institución mexicana cometió el error de instruir dicha medida antes de que EEUU pidiera su colaboración, por lo que el congelamiento de sus activos fue considerado inconstitucional. En febrero de 2022 un tribunal federal ordenó que sus cuentas fueran desbloqueadas y la decisión fue ratificada nueve meses después. Actualmente, Pequeño García se encuentra prófugo. Iván Reyes Arzate Otro jefe policiaco señalado por sus nexos con el crimen organizado es Iván Reyes Arzate, conocido como ‘La Reina’, quien llegó al puesto de oficial en la Policía Federal en 2003 y cinco años después asumió la titularidad de la Unidad de Investigaciones Sensibles (UIS). Con ese cargo, Reyes Arzate tenía la encomienda de ser uno de los hombres de mayor confianza para la DEA en suelo mexicano. Sin embargo aprovechó su posición para vender información confidencial a grupos criminales como los Beltrán Leyva y el Seguimiento 39, vinculado con el Cártel de Sinaloa. «La Reina» reconoció que aceptó sobornos millonarios a cambio de información sensible. (Especial/Twitter) Según investigaciones del Gobierno de EEUU, información revelada por ‘La Reina’ a los Beltrán Leyva a cambio de miles de dólares permitió en 2016 que el cártel identificara, torturara y asesinara a una fuente confidencial de la DEA en Miami. ‘La Reina’ se entregó a las autoridades de Chicago en marzo de 2017. En 2018 fue sentenciado en esa ciudad a tres años de prisión por obstrucción a la justicia y en enero de 2021, cuando estaba por cumplir su pena, recibió nuevas acusaciones por narcotráfico en Nueva York. En febrero de 2022, el juez Brian Cogan —encargado de las sentencias contra ‘El Chapo’ y García Luna— lo condenó a diez años de prisión, luego de que Reyes Arte se declarara culpable. Enrique Bayardo del Villar Un personaje que ‘jugaba’ para tres equipos al mismo tiempo era Édgar Enrique Bayardo del Villar, conocido como ‘El Tigre’. En 2008 era simultáneamente comandante de la Policía Federal, informante de la DEA y confidente del Cártel de Sinaloa. Bayardo del Villar fue ejecutado en una cafetería Starbucks de la Benito Juárez. (SAÚL LÓPEZ/CUARTOSCURO) El 20 de octubre de ese año, las fuerzas federales y la Policía Metropolitana detuvieron en la colonia Lindavista, de la Ciudad de México, a Reynaldo ‘El Rey’ Zambada García y Jesús Zambada Reyes, hermano y sobrino del ‘Mayo’, respectivamente. Mientras sicarios y agentes se enfrentaban a tiros, ‘El Rey’ llamó por teléfono a Bayardo para pedirle ayuda. Era su infiltrado en la PF. Cuando agentes de la policía capitalina llegaron al lugar, ‘El Rey’ se pensó a salvo, pues tenía sospechas de que el operativo de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) habría sido ordenado por los Beltrán Leyva. Sin embargo, alguien lo fotografió —ya detenido— y le envió la imagen a Arturo Beltrán Leyva, quien se encargó de difundirla….

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