Lazos de Israel y la UE se hunden ante el reconocimiento de España e Irlanda a estado palestino

Su anuncio conjunto la semana pasada encontró una indignada respuesta de las autoridades israelíes, que convocaron a los embajadores de los tres países en Tel Aviv al Ministerio de Exteriores, donde se les grabó mientras se les mostraban videos del ataque de Hamás del 7 de octubre. BRUSELAS (AP) — Las relaciones entre la Unión Europea e Israel se hundían la víspera de que Irlanda y España, dos estados miembros, formalizaran su reconocimiento diplomático a un estado palestino, cuando España sugirió que podrían considerarse sanciones a Israel por sus ataques continuados a la ciudad de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza. El ministro israelí de Exteriores, Israel Katz, dijo a España que no permitiría a su consulado en Jerusalén atender a los palestinos. Al mismo tiempo, el jefe de política exterior de la UE, Josep Borrell, que es español, prestó todo su apoyo a la Corte Penal Internacional, cuyo fiscal ha pedido una orden de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y otras personas, incluidos los líderes de Hamás. «El fiscal de la corte ha sido duramente intimidado y acusado de antisemitismo», dijo Borrell. «La palabra antisemita es demasiado contundente. Es demasiado importante». El lunes hubo un cruce de declaraciones airadas en el que Katz acusó a España de «recompensar el terrorismo» al reconocer un estado palestino, y dijo que «los días de la inquisición han terminado». Se refería a la infame institución española iniciada en el siglo XV para mantener la ortodoxia católica romana, y que obligaba a judíos y musulmanes a huir, convertirse al catolicismo, o en algunos casos, enfrentar una condena de muerte. «Nadie nos obligará a convertir nuestra religión ni amenazará nuestra existencia», dijo Katz. «A quienes nos hagan daño les devolveremos el daño». Aunque la UE y sus estados miembros han condenado con firmeza el ataque del 7 de octubre liderado por Hamás, en el que los milicianos sobrepasaron la frontera entre Gaza e Israel, mataron a 1.200 personas y capturaron a unas 250, el bloque ha sido igualmente crítico con la posterior ofensiva israelí que ha matado a más de 35.000 palestinos, según el Ministerio gazatí de Salud. Los ataques más recientes se han centrado en Rafah, donde trabajadores de salud palestinos dijeron que los ataques aéreos israelíes mataron al menos a 35 personas el domingo, alcanzaron tiendas de desplazados y dejaron a «numerosas» personas atrapadas en los escombros en llamas. El máximo tribunal de Naciones Unidas, la Corte Internacional de Justicia, exigió el viernes que Israel detuviera de inmediato su ofensiva sobre Rafah, aunque no llegó a ordenar un cese el fuego en el enclave de Gaza. «Israel tiene que detener su ofensiva en Rafah», dijo el ministro español de Exteriores, José Manuel Albares. España e Irlanda, al igual que Noruega, que no forma parte de la UE, tenían previsto formalizar el martes su reconocimiento de un estado palestino. Su anuncio conjunto la semana pasada encontró una indignada respuesta de las autoridades israelíes, que convocaron a los embajadores de los tres países en Tel Aviv al Ministerio de Exteriores, donde se les grabó mientras se les mostraban videos del ataque de Hamás del 7 de octubre. Albares criticó el trato prestado a los embajadores y expresó su «rechazo a algo que no está dentro de la cortesía diplomática y de los usos de la Convención de Viena de Relaciones Diplomáticas». «Pero al mismo tiempo también hemos estado de acuerdo en que no vamos a caer en ninguna provocación que nos aleje de nuestro objetivo», añadió. «Nuestro objetivo es reconocer mañana el estado de Palestina, hacer todos los esfuerzos posibles para conseguir el alto el fuego permanente lo antes posible y también al final, que llegue esa paz definitiva». Nota tomada de: Proceso

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Israel enfrenta ola de condenas internacionales por bombardeo contra un campamento para desplazados

Palestinos lloran a sus familiares muertos en un ataque israelí nocturno contra un campamento para desplazados internos en Rafah. Foto: AFP Según el ejército israelí tenía como objetivo a milicianos de Hamas Israel se enfrentó el lunes a una ola de condenas internacionales por un bombardeo que, según las autoridades de Gaza, mató a 45 personas en un campo de desplazados en Rafah, en el sur del enclave palestino, gobernado por el movimiento islamista Hamas. El bombardeo se llevó a cabo en el marco de la ofensiva emprendida por Israel contra Hamas hace más de siete meses, a raíz del mortífero ataque que comandos islamistas llevaron a cabo en suelo israelí el 7 de octubre. Israel declaró que está investigando el «grave» bombardeo en Gaza del domingo por la noche, que dejó varias víctimas civiles y que, según el ejército, tenía como objetivo a milicianos de Hamas. El ejército israelí señaló que sus aviones golpearon «una instalación de Hamas en Rafah», en un ataque en el que murieron dos altos cargos del grupo islamista. La ONU pidió a Israel llevar a cabo una investigación «exhaustiva y transparente» sobre el bombardeo. Los países de la Unión Europea acordaron solicitar una reunión del Consejo de Asociación UE-Israel para abordar con ese país el respeto de los derechos humanos de acuerdo a sus obligaciones en ese marco de relaciones. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, dijo que «estas operaciones deben cesar». «No hay zonas seguras en Rafah para los civiles palestinos. Llamo al pleno respeto del derecho internacional y al cese del fuego inmediato», escribió en la red social X. El jefe de política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, dijo estar «horrorizado por las noticias que llegan de Rafah sobre los ataques israelíes que mataron a docenas de desplazados, incluidos niños». «Estamos investigando. Cualquier pérdida de vidas, de vidas civiles, es grave y terrible», declaró Avi Hyman, portavoz del gobierno israelí en una conferencia de prensa, asegurando que Israel «intenta limitar las víctimas civiles». La agencia de defensa civil de Gaza señaló que el bombardeo provocó un incendio que arrasó un campo de desplazados en el noroeste de Rafah. «Vimos cuerpos carbonizados (…) También vimos amputaciones, niños, mujeres y ancianos heridos», declaró Mohamed al Mughayyir, funcionario de la agencia. «Acabábamos de terminar la oración de la noche (…) nuestros hijos estaban durmiendo, de repente oímos un fuerte ruido y vimos fuego por todos lados. Los niños gritaban, el ruido era aterrador», contó una sobreviviente que no quiso ser identificada. Nota tomada de: El Universal

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