El jefe de educación física de la universidad poblana fue denunciado penalmente por abuso sexual. La institución no solo no lo separó del cargo de inmediato, sino que lo mantuvo en su puesto incluso cuando las omisiones de la escuela estaban siendo reclamadas.
El hasta hace poco jefe de educación física de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), Miguel T., fue vinculado a proceso por la presunta comisión del delito de abuso sexual, luego de ser denunciado por una alumna de la institución educativa. Además, la institución lo mantuvo en su cargo incluso cuando ya había sido promovido un amparo contra las propias omisiones de las autoridades educativas.
Pese a ello, hace un par de días la UPAEP aseguró en un comunicado que la institución había recibido previamente una denuncia a través de su Sistema de Integridad, ante la cual se inició inmediatamente un procedimiento basado en los protocolos institucionales, lo que implicó un diálogo directo con los denunciantes, incluidos los padres de familia.
Sin embargo, según consta en un expediente judicial de un juzgado de distrito de Puebla, cuyos detalles están disponibles en el buscador del Consejo de la Judicatura Federal, un amparo indirecto fue promovido desde principios de abril contra la institución por la omisión de aplicar protocolos de prevención, detección, atención y sanción para hechos de hostigamiento sexual, abuso, discriminación, acoso, maltrato y violencia.
El reclamo fue admitido por el Poder Judicial el 2 de abril y para el 9 fue concedida la protección de la justicia ante las medidas que había tomado la escuela para supuestamente resguardar la seguridad de la alumna, que consistían en desalojarla de las residencias universitarias y retirarle parte de los beneficios de su beca escolar.
En el expediente están mencionados el Comité Formador de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, la jefa del Departamento de Vida Universitaria de la UPAEP, el rector y el Comité de Integridad Institucional como autoridades responsables. Ante la determinación del juzgado de proteger los derechos de la alumna y ordenar la garantía de que continuara con sus clases sin ser desalojada ni suspendida de su beca, estas incluso respondieron con una queja.
Qué hizo la UPAEP ante denuncia de abuso sexual
Pese a ello, en el comunicado dado a conocer por la UPAEP más de un mes después, este 12 de mayo, se presume que la dignidad de las personas es una prioridad y se condena cualquier acto de violencia. La institución, además, afirma que no tolera ningún abuso, en especial contra los menores, pues están “comprometidos activamente en la construcción de ambientes seguros, de justicia y de paz”.
De hecho, de acuerdo con registros disponibles en la página de Facebook del equipo deportivo Águilas UPAEP, Miguel T. seguía colaborando en la institución todavía el 14 de abril, días después de que se interpusiera el amparo y se concediera la protección de la justicia ante las medidas de “protección” que había tomado la universidad.
El antes entrenador ocupaba su cargo desde enero de 2023, cuando las Águilas anunciaron en sus redes sociales: “¡Inicia una nueva era para el deporte en UPAEP! Miguel será el nuevo líder de las Águilas como jefe de educación física y deporte de nuestra institución”.
Este 12 de mayo, sin embargo, la Universidad aseguró que ante la situación denunciada, se habían tomado acciones para salvaguardar la seguridad de la persona implicada dentro de las instalaciones de la Universidad, además de brindarle ayuda psicológica y seguimiento con los responsables formadores. “El acompañamiento cercano y comprensivo ha sido nuestra prioridad”, dijeron.
“Al recibir información sobre la naturaleza de la denuncia, el colaborador fue separado de su cargo, para que afrontara el proceso de acuerdo a las disposiciones legales correspondientes”, sostiene el comunicado, mientras que las fotografías publicadas por las Águilas el 14 de abril demuestran que él permanecía en el cargo cuando incluso ya se había promovido un amparo que reclamaba las omisiones de la universidad.
Además, la institución afirma que salvaguardó activamente el derecho a la educación de la persona denunciante, quien ahora continúa con sus estudios y apoyo de beca, de común acuerdo con su familia, garantizándole “máxima protección, cuidado y cercanía”, sin hacer mención de que en un inicio se estableció como medida de protección desalojarla de las estancias universitarias.
“Desde el inicio la Universidad ha mantenido su compromiso de colaboración con las autoridades, respondiendo en tiempo y forma a sus requerimientos. Nos mantenemos a la espera de la resolución definitiva de este caso, que deberá dirimirse por la vía jurídica correspondiente”, señala el comunicado difundido a más de un mes de que la institución tuviera conocimiento del caso.
Nota tomada de: Animal político